La educación NO es un negocio

opinando

A principios de la semana pasada asistí a la muestra de una plataforma informática-educacional nueva, desarrollada en la región. Se trata de midas-educa. Básicamente permite a los profes publicar apuntes, fechas, notas, materia para que tanto alumnos como apoderados lo puedan ver desde sus cuentas. Además ofrece una especie de CMI para el director, donde puede ver que falencias tienen algunos cursos historicamente, graficos del rendimiento de evaluaciones por alumno, y un largo etc. Sin embargo, la gracia principal del sistema es un banco de datos con preguntas de todas las asignaturas en concordancia con los planes y programas para cada una de ellas. La gracia de esto es que el profesor puede llevar a los alumnos a la sala de computación (a no ser de que tengan uno de estos), generar x número de pruebas distintas, una para cada niño en su equipo, decidir el tiempo que dura la evaluación y ver los resultados al finalizar el plazo.

¿Qué tiene de bueno esto? Varias cosas, primero, los profes están forzados a pasar todo el contenido de la asignatura, además ellos mismos tienen que estar muy seguros de sus conocimientos, no vaya a aparecer una pregunta que un niño no entiende y el profe tampoco. El tiempo de correción de la prueba se reduce a cero, entragandole más tiempo al profe para enfocarse en las clases. Tienen además la posibilidad de ver inmediatamente si su estrategia educativa efectivamente generó aprendizaje en sus alumnos, y si no fuese el caso, la oportunidad de revisar los contenidos que no quedaron claros.

¿Lo malo? El vil dinero, como siempre. Contratar el servicio cuesta $280+iva mensual, llevandolo a números prácticos, $3.998.400 para un liceo/escuela de 1000 alumnos al año. Si nos ponemos optimistas (desde el punto de vista de la empresa) y suponemos que tendremos 30 colegios de mil alumnos, tendremos una recaudación de ¡$119.952.000 al año! ¿Harta plata no? Si nos ponemos estrictos, no creo que se gasten ni la mitad en mantención de equipos, comunicaciones, soporte y personal. Negocio redondo.

Bien por la innovación en la región -es sin duda una buena herramienta-,  pero mal por los precios, la educación NO puede ser un negocio. Y...¡que buena oportunidad para un proyecto OpenSource! ¿Quién se anima? Llegó la hora de llevar las herramientas OpenSource de vuelta al mundo de los no-geeks.