Tengo este libro desde el 2010, de cuando probablemente salió a la venta, y lo habré tomado unas 3 o 4 veces para animarme y leerlo sin pasar mas allá de un par de capítulos, hasta que por fin superé mis miedos. Es que es denso, Eco-denso, en términos de la cantidad de lugares, personajes, modismos en francés, latín o italiano, que una vez que decidí que obviaría ciertas (varias) cosas, pude llegar a disfrutarlo.
El Capitán Simonini y el cura Dalla Piccola son los villanos perfectos. Falsificadores, asesinos, conspiradores, conocedores del bajo mundo (siempre saben a quién llamar para algún trabajito), unidos por un diario y un pasillo en una calle de París. Dalla Piccola y Simonini son dos caras de la misma moneda. Perfectos, en el sentido que llegas a querer que les resulte todo, a pesar de saber que sus intereses no son los mas correctos.
Misas negra, venenos y ritos satanicos, sutilezas en cada párrafo. Puede llegar a ser un poco brutal en cuanto a como trata a ciertas religiones, pero con un criterio formado esto no debería ser mayor tema.
Ya llegará el tiempo de superar el terror que le tengo al Péndulo de Foucault, que es mas denso y con muchas mas referencias que este. Dejarse llevar y disfrutar es la clave después que te acuerdas que Umberto Eco está a otro nivel.
Menciones en este blog a este libro: