Habíamos llegado a Talcahuano la noche del Viernes 26 de Febrero. Teníamos mucho de qué actualizarnos con mis viejos, las vacaciones habían estado entretenidas y teníamos toneladas de fotos para conversar.
Las 3:00AM del Sábado ya era hora apropiada para dormir. Mas tarde mis viejos saldrían temprano a Chillán, y nos encontraríamos allá para el almuerzo. Subimos al segundo piso.
El destino nos tenía preparada una prueba de fuego antes de nuestros planes.