Los partidos políticos aún sirven, y Allamand está haciendo uso de ese remanente de poder que tienen. Ya con RN cerrado detrás de su candidatura, y sin daño colateral (el partido no tiene otros precandidatos), tiene a Golborne en problemas.
El escenario ideal para Golborne -un político con dos años de trayectoria, sin partido (un plus hoy por hoy), que probablemente nunca pensó estar encaramado en las encuestas y con fuerte apoyo popular heredado del rescate de los mineros de Atacama- era que la Alianza lo presentara como único candidato del sector, con lo que no tendría que salir a buscar el apoyo de uno de los dos partidos de la Alianza, para ir respaldado a unas potenciales primarias del sector.
Bueno, Allamand se adelantó y anuló esta opción, con lo que hoy Golborne tiene necesariamente que golpear la puerta de la UDI, y competir con candidatos internos de la tienda gremialista: Longueira y Matthei. De momento, Matthei ya ha respaldado a Golborne, pero Longueira no. De hecho este último ha estado particularmente activo en estos temas las últimas semanas, incluso proponiendo alternativas de eleccion del candidato único del sector.
Golborne en este nuevo escenario se verá obligado a negociar con la UDI para que lo respalden. Esta negociación, si no se lleva hábilmente por el partido, podría perjudicar al candidato en uno de sus mayores activos de cara a la ciudadanía: su independencia política, atributo que lo hace un candidato moderno para asegurar la continuidad en el poder de la Alianza*. ¿Paradójico, no? Golborne aún no ha mostrado los dientes, y probablemente es mejor que los mantenga ocultos. Su carisma podría incluso darle el respaldo anónimo de la UDI sin mayor daño, con el partido dividido entre los que nuevamente se quedan con las ganas de tener un candidato de la cantera y los que apoyan a Golborne sólo por verlo como una carta segura para mantener el poder. En todo caso, dudo que Longueira quiera restarse, nuevamente. Al menos quiere estar en una papeleta de alguna primaria, aunque sea interna.
Allamand será el candidato porque Golborne se va a ensuciar. Allamand tenía que adelantar su candidatura. Fue hábil. Además, vienen meses difíciles para Golborne, con la puesta en marcha de Costanera Center. No me extrañaría que de pronto surgieran documentos que vinculen al ex Gerente General de Cencosud con el último hito urbano de la capital, que tiene un pronóstico fatídico en cuanto al tráfico en el sector donde se emplaza.
Se ve difícil el panorama para Golborne. Aún no muestra sus cartas y está siguiendo la estrategia del silencio, que es conocida en la tiendita del frente y que ameríta otro post. Espero que pronto le agregue pimienta a la carrera presidencial.
¿Cuál es tu análisis?
*Que horrible que la motivación de muchos políticos sea la continuidad en el poder. Aquí estamos revisando estrategias, pero nada concreto, ninguna propuesta. ¿No está partiendo al revés la carrera?
imagen/flickr
«Aún no muestra sus cartas y está siguiendo la estrategia del silencio, que es conocida en la tiendita del frente» <= Gordis, te llaman!!
Fuera de ese comentario, falta el factor Bachelet, el cual puede determinar si conviene que esté Golborne o Allamand. Si postula Bachelet, está más que claro que Golborne será el candidato, ya que no es cara de la antigua derecha y tiene una historia de esfuerzo, de venir de la clase media, lo cual no se puede decir lo mismo de Allamand, y en ese sentido es Golborne quien puede enfrentar a la imagen de "la Señora Buena Onda de que vende en la feria de la Bachelet". Si fuera otro candidato, creo que Allamand tiene más chances, ya que saldrán zorros políticos al ataque, y en ese sentido creo que Golborne es más débil. Todo depende del apoyo que logre.
Y sí, lamentablemente, no hay nuevos candidatos, estamos atravesando una crisis política, y yo vería la oportunidad en ese sentido. Hay nuevas caras y líderes. Por ejemplo, en las últimas encuestas Orrego le estuvo pisando los talones a Lagos-Weber, el cual, si uno lo ve estratégicamente el primero en el largo plazo es más viable debido a que es una postura más asociada al centro y que está en una posición parecida a lo que era Lavín en sus tiempos de Las Condes.
Solo espero que los viejos zorros no siguen aletargando y retrasando esto. Leyendo Que Pasa leí a Longueira diciendo que la estrategia de sacar a Bachelet es una manipulación de Girardi para agarrar algun puestito de ministro y luego promocionarse. Todos sabemos sus grandes cagadas, pero la gente olvida rápido, muy rápido. Creo que lo peor que puede pasar es que salga y gane Bachelet, no porque ella sea mala (aunque igual lo pienso), sino porque sería un retroceso en el sentido de que volverán los viejos cracks de la Concerta, lo cual espero que no sea ya que las figuras nuevas se apagarían.
Mi humilde (y un poco larga) opinión
Me gustó tu análisis. Yo creo que si se prolonga la permanencia de Golborne y Allamand en la carrera por el poder, terminarán enfrentándose y borrando todo signo de un pasado que alguna vez los unió en un mismo equipo. Ahora, con respecto al contenido de sus campañas, creo que no les queda otra que ser más cautelosos que propositivos y mantenerse en sus cargos el mayor tiempo posible para acaparar prensa. Si salen del gabinete, se lanzan con todo. Tanto a Golborne como a Allamand les gusta el poder.
Sobre la vereda del frente, me asombra como el mutismo de una señora cuyo gobierno no marcó grandes hitos y en el cual se profundizaron muchos de los problemas que hoy reclaman diversos movimientos sociales gana más y más adeptos. Creo que ella supo vender su imagen y si es elegida nuevamente será única y exclusivamente por eso.
Saludos, Jaime, y gracias por tu comentario en mi blog.